La farmaceutica de Alboloduy (Almería) nos pidió un diseño para renovar su local. Alboloduy es un pueblo pequeño en las postrimerías del desierto, entre montañas y con una vega muy fértil. La población a la que da servicio es reducida aunque no parece que se reduzca en número.

El local en inicio se compone de dos piezas una de residencia con cocina y estar al que se accede entrando por la derecha, y la farmacia propiamente dicha a la izquierda.

Ambas estancias comparten el aseo. Tiene un problema de luces dado que solo recibe luces por la fachada siendo los tres restantes lados medianería. También recibe luces por un lucernario de paves, que el propietario quería cerrar.

La primera idea fue dejar toda el volumen largo de entrada como espacio de exposición y de acceso público y limitarlo con una barra de atención al público en un lateral, que separaba lo público de lo privado de manera muy clara. Esta idea no le pareció la más adecuda a la empresa de mobiliario y se hubo de cambiar por una barra frontal al acceso.

La barra de atención se trató como una pieza pétrea prismática buscando una imágen de fiabilidad y limpieza. El resto de estantes y expositores tenían un acabado en madera y blanco.

Estado previo

El mueble de almacenaje de medicinas se utiliza para dar privacidad a la mesa de atención personal y tras este una pieza corredera translucida oculta el despacho y la zona de dormitorio para las guardias.

Planta de propuesta para la farmacia

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